miércoles, 28 de marzo de 2012

Ohmmm!


El karma, el dharma,

la cacha de la espá.

Me gustaría meditar, claro que me gustaría. Pero cuando me concentro en algo me disperso, empiezo a pensar boludeces: que voy a tener un ataque de risa y me van a echar de la sala en medio de todas las miradas de reproches. O que me va a salir un ruido extraño de alguna parte del cuerpo y todos se enterarán y moriré de verguenza... Siempre he pensado que lo intangible no sirve, y que al no entrar en ese *trance* siento que me están metiendo el dedo en la boca y más  cuesta concentrarme!
El caso es que tengo pocas aptitudes para la meditación. Necesito lo concreto en todas las cosas, solo así adquiero contacto con el mundo. Solo así me siento *humana*.
Pensar en nada es demasiado ambicioso para mí...

1 comentario:

Blood dijo...

La meditación de la que posteas es un producto en venta como tantos oros. La meditación parte por pensar en algo concreto y analizarlo en tu fuero interno. Cuando dicho fuero te pida pensar en nada, llegó el momento.

Besos sangrientos

Blood