El ocio, los cachureos, la inutilidad y todo lo demás

Con cierta avidez, suelo largarme a la calle los Domingo a descubrir los detalles que asoman al paso mientras camino. Ociosa como la que más, sin otro rumbo que el marcado por el azar, trato de que nada de la fugacidad del paseo se escape a mi vista.
Voy por la calle, y en mi afan por el cachureo de dudosa utilidad, el dato que a nadie ha de servir, los objetos menos deseados,me encuentro con alguno que otro descubrimiento que termina por maravillarme y acompañarme.Fetiche.

He sido durante algun tiempo aficionada a buscar fotografías, postales y tarjetitas antiguas en los persas y ferias sin otro ánimo que satisfacer cierta curiosidad escolar por redescubrir lugares, conocer tradiciones perdidas, o simplemente mirar rostros desconocidos, deslavados e inexpresivos que, como dice el título de una famosa película, EL VIENTO SE LLEVÓ.

Hace poco, en uno de esos ataques de orden que me dan de vez en cuando, aparecío una cajita llena de todas las cosas que he ido acumulando sin darme cuenta...pequeños tesoros escondidos. Ahí caché que tenia que formar una especie de "album del recuerdo personal", organizarlas y darles otra vida y homenajearlas a mi manera...como escribir este post, por ejemplo. Hacer que ocupen por fin, el lugar que merecen en una historia difusa y desconocida. Inmortalizar todos esos pequeños instantes de papel que, -como dijo alguien por ahí- no son mios, pero me pertenecen. En cierto modo, me pertenecen...

PD: la imagen que ilustra esta magnífica entrada, es una postal de un programa de los años 50`s llamado I Love Lucy. Me la encontré en la calle, botada, je.