La Señorita de la Querencia versión 3.5

Debo confesar una sola cosa: tengo una capacidad sorprendente para hacerme odiar. Y cada vez estoy más convencida de aquella frase latina: Veritas odium parit. (la verdad acarrea odio).
Es el hecho que tengo pocas, poquísimas aptitudes para la sociabilidad y por lo tanto para actuar con diplomacia, esto es lo que me lleva a cometer ciertos "exabruptos" , es más, me manejo tan torpemente en esos ámbitos que ciertas personas terminan pensando que soy un verdadero pelmazo y me agarran mala a la primera...aun que en realidad tenga un carácter angelical y dulce...jej ( mmmmm...según otros).
Para graficar por qué siempre creo que me terminan odiando, es que paso a narrar la siguiente historia:

Hace un tiempo atrás, corría raudamente hacia el paradero de la micro cuando me encontré cara a cara con un señor, el personaje con quien menos hubiese querido encontrarme aquella sombría tarde invernal y a quien para estos efectos llamaré el Sr. OSCURO.
Luego de los saludos y las preguntas de rigor, decidimos caminar un poco y pasar a un cafecito en un céntrico lugar... Ahí la conversación de repente, tomó un rumbo insospechado. Evocando el pasado, comenzaron a fluir frases cada vez mas cáusticas desde ambos lados: de su parte, tratando de pedir explicaciones por "temas inconclusos"; de la mía, la ya clásica ironía que tantos malos ratos me ha traído a lo largo de mi life, je.

Él, en su parco estilo igual consiguió , además como antaño, que me terminara sintiendo frívola, Un tanto hueca y con cabeza de chorlito... Una simple estúpida parlanchina. Me dio rabia, me fui calentando cada vez más...
Por mi parte saqué a relucir todo el carácter irónico que me caracteriza , y además lo traté con diligente frialdad. me costó ene, pero en fin!

Mmmm... eso era para él lo más endiablado de mi personalidad: mi frialdad ...la insensibilidad , algo muy profundo que -según su propia confesión- había vuelto a sentir aquella mismísima tarde: una especie de impermeabilidad que me hacía sencillamente in-so-por-ta-ble!... plop! Me sentí odiada, quería huir.

Cuando por fin pude zafar de tan agobiante compañía, me subí a un bus... me senté y comencé a idear lo que sería este post. Aun con la cabeza caliente, pensé en lo urgente de dejar plasmado aquel tetê a tetè como ejemplo y como absurda experiencia a no repetir: no-hables-con-OSCUROS-en-el paradero-de la-micro , jejej...y lo más importante, controla tu filosa lengua!

Mientras tanto, decidí encender mi Ipod. Me calcé sendos audífonos y busqué en mi playlist la canción adecuada al momento, no la hallé pero puse una bien potente aunque la letra no venga al caso pero igual.
Total a estas alturas debo ser la nueva ENCARNACIÓN DEL MAL y cualquier canción sirve para esta pequeña Señora de la Querencia, maltratadora de hombres.
A-dios!

Just
Radiohead