VOLVIENDO A LO MIO...

Me siento en  rebelión contra mi propia mente; y cuando "vivo" trato de hacerlo por impulso, no por pasión; dejó lo apasionante fuera. Lejos del alcance de la mente, como algo sacro, intocable.

Parece una tarea tiránica pero es verdad. Me aburre que una parte de mi intelecto se sobreponga a mi naturaleza, a mi esencia. Es más, me aburre que  tome decisiones erróneas por mí ... a veces.

Mi mente estaba anulada cuando paseaba insensatamente  por las calles del centro. Sola, ajena a la gente, al tiempo, al lugar, a todo lo demás. Así como tampoco existía la primera vez que leí a Dostoievsky en la biblioteca. Pero más tarde, cuando todos los fundamentos, toda la conciencia, todo el control de mi ser había sido eliminado, después hice el enorme esfuerzo de sobreponerme de nuevo y reflexioné: vivir excesivamente bruma la imaginación: no viviré únicamente, no podría.  Entonces escribiré. escribiré  y trataré de que todo lo que mis ojos vean pase directo a la hoja, sin objetar nada del sentimiento que pretendo imprimir en ese supremo instante.

Me temo que estoy un tanto hiperbólica. Debería señalar TODO ESTO con una delgada rayita roja que signifique  EXAGERACIÓN.